Ciento ocho gracias

Ciento ocho líneas de energía forman el chakra del corazón.

Ciento ocho cuentas tiene el rosario budista de oraciones.

Ciento ocho veces repites un mantra y consigues un estado de meditación profundo.

Ciento ocho posts he escrito desde julio de 2017 en los que he compartido mi forma de mirar la vida.

Ciento ocho veces he sido vulnerable mostrándome como soy.

Como muchos, en algún momento de mi vida aprendí a que ser vulnerable podría ser peligroso o que era sinónimo de debilidad. Para huir de ello, aprendí a desempeñarme en la vida “siendo fuerte”. De esa fortaleza de no mostrar mis sentimientos, de intentar controlar todo y concretar haciendo para justificar mi lugar en el mundo.

Aún a mí me parece increíble la disposición con la que ahora comparto mis experiencias, años me pase escondiéndome, creyendo que había algo mal en mí. El cambio fue paulatino, en la medida que fui resolviendo temas personales y empecé a sentirme a gusto conmigo, me fui abriendo. Y después de ciento ocho posts siento que estoy en ese estado meditativo de la escritura, donde las palabras fluyen.

Confieso que cuando algún amigo me dice “Cómo lo leí en tu post de la semana” siento la energía correr por las ciento ocho líneas del chakra de mi corazón y a mi alma sonreír. Algunos de los ciento ocho textos han resonado en algunas personas, “A mí me pasa igual, pensé que era la única y que había algo mal conmigo”, “No me había dado cuenta” o “Que valiente, yo no me he atrevido a ___” son algunos comentarios que he recibido, me alegra contribuir con este ejercicio de escritura personal.

Desde que recuerdo me gusta escribir, es una de las mejores formas que he encontrado para trabajar en la relación conmigo, me funciona para poner en orden mis pensamientos, dejar fluir mis emociones y hasta para organizar mi vida, nunca imagine que pudiera compartirlo con otras personas y que les resultará interesante y hasta útil.  

Así que a ti que me lees de forma regular o que de vez en cuando pasas por aquí, te digo: ciento ocho veces -gracias-.

¿Y si escribes?

¿Y si…sí?