
Una de las sorpresas más grandes que tuve al dejar mi trabajo corporativo fue experimentar el duelo profesional por cambiar de profesión.
No lo vi venir y nadie me advirtió de ello. Es más, para mí era un sinsentido. Llevaba años preparándome en dar el salto de empleada a emprendedora. Pasaron seis meses desde que hablé con mi ex jefe de mi salida hasta que firmé mi terminación. Así que, con tanto tiempo, con la mira en ese objetivo, no entendía que, al concretarse, yo me sentía descompuesta.
No comprendía como si al fin había dado el gran salto y ya me podía dedicar 100% a mi nueva profesión me sentía triste, desesperanzada y por momentos hasta enojada. Tarde un tiempo en comprender que ese era mi duelo profesional por cambiar de profesión.
El duelo es algo natural, se presenta cuando nos adaptamos a una pérdida. Y si bien yo estaba lista para mi nueva profesión, mi reinvención significó dejar atrás muchas cosas. Es que no solo fue cambiar de profesión, implicó modificar mi identidad y ya no reconocerme en la profesión que ejercí por más de 30 años.
Cuando pude distinguir lo que me estaba pasando y con al apoyo de mi terapeuta, transité por ese duelo y continué en mi reinvención profesional. Gracias a ese evento hoy ayudo a mis clientes a identificar el dolor de esas pérdidas que implica el cambio de profesión. Incluso puedo advertirles que por más ganas que tengan de dar el giro profesional habrá perdidas que les causen dolor.
El riesgo mayor de no reconocer este duelo es que te atores (Aquí te conté de ello). Es decir que por más que tengas un plan de reinvención, si no te dejas sentir todas las emociones que se experimentan en el duelo, será como ir pisando el acelerador y el freno al mismo tiempo. Claro que avanzarás un poco, pero al final el auto va a dejar de funcionar.
Y es ahí cuando uno imagina que cambiar de profesión es muy difícil y acaba por regresar a lo conocido, al trabajo anterior, a la misma rutina y mata sus deseos de reinvención.
Como te decía, el duelo es un proceso natural, por lo que al final podrás transitar por él por tu cuenta. Sin embargo, si sientes que no logras avanzar en tu plan de reinvención, será prudente que indagues y busques ayuda profesional.
Algunos de los síntomas para descubrir si estás en duelo son:
- Sentimientos de tristeza, vacío, nostalgia o culpa por lo que se ha dejado atrás.
- Dificultad para aceptar el cambio o adaptarse a la nueva situación laboral.
- Pérdida de autoestima, confianza o motivación.
- Sensación de falta de sentido o propósito en el trabajo o en la vida.
- Aislamiento social
- Ansiedad, estrés, irritabilidad o frustración por los nuevos retos o responsabilidades.
- Cambios en el sueño, el apetito, el peso o la salud física.
Si bien es cierto que en algún momento esa etapa queda atrás, habrá ocasiones en que las pérdidas de tu profesión anterior se vuelvan a presentar.
A mí me sucede a veces que añoro ciertos elementos que hoy no tengo. Cosas como unas vacaciones pagadas o un aguinaldo. Hoy puedo reconocerlo y tras darme cuenta de todos los beneficios que tengo ejerciendo mi nueva profesión se me pasan y ya no me quedo ahí.
Si tu identidad profesional no predominara sobre la forma en que te concibes, es probable que nada de esto sucedería. Pero fuimos educados para que nuestra profesión nos definiera. Por fortuna eso se está modificando y en algunos años es probable que ya no haya duelo profesional por cambiar de profesión. Mientras tanto si lo estás experimentando no dudes en contactarme.
¿Y si te dejas sentir el duelo?
¿Y si…sí?
"5 bloqueos que no te permiten reinventarte profesionalmente cuando estás por llegar a los 50"
Descarga el e-book