El año de 2017 ha sido uno de los años de más Gozo en mi vida, cuando hacia el cierre de ese año descubrí que una de las principales razones por la que el balance de ese año era tan positivo era que había hecho muchas cosas por primera vez. Entre ellas iniciar un blog e impartir de forma presencial un taller que yo diseñé.
Nuestros primeros años de vida están llenos de primeras veces, la primera vez que sonríes, que gateas, que comes sólidos, que caminas y montones de cosas más. Cuando llegamos a adultos nuestra vida se llena de rutinas, por lo que pueden pasar meses o hasta años, sin experimentar algo nuevo.
En este análisis he llegado a la conclusión, que al menos en mi vida, dejar de hacer cosas nuevas es una forma de envejecer, al menos en la mente, por lo que desde ese año empecé a contar mis primeras veces y planear para los siguientes al menos un par de cosas nuevas por hacer.
Entre las de este año estuvieron el ser facilitadora en un viaje con propósito a las Auroras Boreales, una entrevista de radio en cadena nacional, una publicación en un medio impreso, mi primer taller en línea, una sección en un programa de radio en línea y mi primer safari en África.
Me emociona mucho pensar que 2019 será un año excepcional, en mucho porque para el mismo tengo ya planeadas 50 (#50enlos50tas) cosas que nunca había hecho, esto como una forma de celebrar mi llegada al quinto piso, ya en unas semanas más escribiré sobre la lista que he creado.
Y este año, hasta fui dama de honor en la boda de unos queridos amigos, algo en lo que nunca había tenido la dicha de participar. Así que, gracias 2018 y bienvenidas muchas más primeras veces.
¿Y si haces algo por primera vez?
¿Y si…sí?
"5 bloqueos que no te permiten reinventarte profesionalmente cuando estás por llegar a los 50"
Descarga el e-book