
Cada vez veo a más personas de mi generación con ganas de dar un giro de profesión. Mismas que a pesar de desearlo no se animan. Los entiendo. Tenemos muchas ideas con las que crecimos que ni siquiera nos dejan comprender lo qué es reinventarse profesionalmente cuando pasas de los 40 años.
Es un concepto que no está en nuestro bagaje. Menos porque va contra la idea de estabilidad y de permanencia con las que nos educaron. Por eso, antes de lanzarnos a una reinvención toca familiarizarnos con él y adoptarlo como algo natural.
Porque existen ideas descabelladas de que reinventarse es cambiar quién eres, que vas a tirar por la borda todo lo estudiado o que ya te dio la crisis de la edad y perdiste piso. Lo que distorsiona la idea de lo que es reinventarse profesionalmente cuando pasas de los 40 años.
Cuando en realidad, es cambiar la forma en la que te muestras al mundo, nos dice Mario Puig. Es modificar tu tarjeta de presentación, digo yo. A una profesión que puede ser muy diferente a lo que te dedicas hoy o también que sigas en la misma, pero la ejerzas de una forma distinta. Es decir, es un cambio de carrera, sector, funciones o de actividad. En él tu esencia no se modifica, pero tú sí.
La reinvención profesional es una consecuencia natural cuando tú has cambiado. De forma simplista es que ya no te gustan los nuggets de pollo y por eso ahora pidas ribeye. Claro que en este caso tu identidad como persona está tan asociada a tu profesión, que el cambio es un poco más complicado que eso.
Vamos por partes. Es natural que con los años te gusten cosas nuevas, tengas intereses que antes no te llamaban la atención o pasiones que te han surgido en los tiempos recientes. ¿Por qué no iba a suceder lo mismo con tu profesión?
Súmale a eso que eres multitalentos, que no solo naciste bueno para una cosa. Y que a cómo va la situación vas a trabajar hasta los 75, o más. Pues hace sentido que tengas ganas de probar y experimentar algo diferente.
Por desgracia, eso es mal visto. Se supone que a tu edad deberías estar pensando en el retiro, en terminar de asentarte y no andar apostando por un cambio. De ahí que tu entorno cercano no solo no te apoye, sino que te anime a no moverte. Encima que te cuestione de qué es eso de reinventarse profesionalmente cuando pasas de los 40 años.
No, en un mundo tan cambiante la reinvención viene a ofrecerte grandes oportunidades. Desde dedicarte a eso que siempre quisiste, pero tus padres no te dejaron, poner a trabajar alguno de tus otros talentos, hasta pensar en una nueva profesión que contribuya al mundo y no solo te genere dinero.
Y de paso cambiar creencias como la de que tu vida personal gire en torno a tu empleo, que el trabajo no es para disfrutarse o que es tan malo que te pagan por él.
Entre las ventajas de que haya tantas personas deseando este cambio es que no estás sola, no eres la única, ni la rara. Ahora es posible rodearte de otras mujeres que tienen la misma inquietud que tú y más de aquellas que ya se están reinventando. Además, de buscar ayuda de profesionales que saben de los retos a los que te vas a enfrentar.
Ojalá hubiera habido toda esta apertura cuando empecé a reinventarte por allá del 2013. La idea de no saberme sola y que alguien me acompañara hubiera agilizado mi camino. Lo bueno de esto es que me ayudó mucho a comprender el proceso de reinvención profesional al grado de convertirme en una experta.
¿Y si te animas a reinventarte profesionalmente?
¿Y si…sí?

Si ya te han surgido las ganas de dar un giro a tu profesión. De dedicarte a algo nuevo los siguientes 20 o 30 años de vida y quieres saber sobre los retos que implica y el cómo afrontarlos, inscríbete a la clase gratuita “Las 5 claves para iniciar tu camino de reinvención profesional cuando pasas de los 40tas” link a registro.