De haber caminado sola del Bosque de Chapultepec a la Basílica de Guadalupe el sábado pasado, habría recorrido los once kilómetros en las dos horas con veinte minutos que marca el mapa, solo que la caminata hubiera sido poco divertida y con menos aprendizajes.
Dicen que “si quieres ir rápido camina solo, si quieres llegar lejos ve acompañado”, y una vez más lo acabo de comprobar, la caminata la hice con seis de mis mejores amigos, mi hermana Sandy y mi sobrina. Esa distancia la caminamos en un poco menos de cuatro horas, entre paradas para hacer fotos, comprar agua, tomar un café, sintonizarnos como grupos y alinear las energías. Todo fluyo en un día esplendoroso, con un sol amable y una temperatura encantadora para completar una actividad más de #50enlo50tas.
Si somos el promedio de las personas con quien más nos relacionamos, yo debo ser un crack. El buen humor, entusiasmo, la ganas de llegar (a pesar del cansancio) y las palabras de aliento estuvieron presentes a lo largo de todo el trayecto. Todos son viejos conocidos y puedo atestiguar que esa actitud en la caminata es similar a la que cada uno tiene en su propia vida.
La aportación de cada uno en esta pequeña travesía sumo mucho a la experiencia, Sandy nos cuidó y no permitió que nos distrajéramos, May con su charla y actividades nos dio luz al camino, Martín obtuvo las mejores fotos de la ruta y nos hizo mantener el ritmo, Mario con su alegría y chispa nos hizo reír mucho, Clau nos llevó por el camino correcto con su radar de exploradora, Adri con su mesura equilibró el ritmo del grupo, Euri comandó al contingente y nos obligó a estirar un poco el paso, Sofí con su candor nos recordó que se puede ser joven a cualquier edad.
Recuerdo que, en mis momentos más álgidos, donde incluso era una compañera de viaje infernal, casi no tenía amigos, mis propios conflictos me hacían imposible relacionarme desde un buen lugar con otros, a la distancia veo que mientras mejor me llevo conmigo los amigos entrañables y las relaciones armoniosas llegan, hasta de formas extrañas o como yo digo, cuando el universo conspira a mi favor.
A veces, por pasar algún tiempo sola se me olvida que en realidad nunca lo estoy, que si abro bien los ojos me encuentro rodeada de seres que me aman y a quienes les intereso, de la misma forma en que yo lo hago por ellos. ¡Qué gozo llegar tan bien acompañada a los cincuentas!
Esta caminata me recordó lo bendecida que soy, que siempre estoy rodeada de luz y amor en forma de familia y amigos.
¿Y si caminas acompañada?
¿Y si…sí?
Si quieres ver como nos fue en la caminata te comparto el vídeo en you tube en el canal de Coach Adrix
"5 bloqueos que no te permiten reinventarte profesionalmente cuando estás por llegar a los 50"
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Reza una antigua leyenda que fue me honor al germano Peregrinus que se empezó a usar el término peregrinar a toda caminata con sentido. La del sábado pasado fue eso: un andar pleno de propósito. Estuvimos allí para ti, tú estuviste para nosotros y el Todo dispuso un camino cargado de energía, de consciencia, dando lo que cada quien estaba buscando, pero en especial generando un impacto expansivo en nuestros corazones. Que las luces encendidas continúen y que siempre tengas la certeza de caminar acompañada, aunque haya rutas donde no veas los otros pasos. Gracias gracias Gracias por haberme hecho parte de…
El peregrinar fue mágico por la energía del grupo, gracias por acompañarme sin ti no hubiera sido igual, sigamos caminando juntos!
Al leerte no puedo evitar sentí como mi corazón late más rápido, porque me siento alegre y entusiasta la razón es simple, se nota que lo que escribes viene del corazón. Que bello mensaje y sigue irradiando luz
Muchas gracias por tus bellas palabras, que bonito conocer personas como tu en este peregrinar de la vida, abrazos!