La rutina diaria de mi madre, desde hace muchos años, incluye leer el periódico, hacer un juego de palabras cruzadas, caminar cuarenta y cinco minutos en la mañana y otro tanto igual en la tarde, comer papaya y nopales sin excepción, además de avanzar en su lectura para cubrir el equivalente a dos libros el mes, de preferencia de detectives para ir elaborando teorías sobre quien es el asesino. Con setenta y nueve años recién cumplidos sobra decir que su mente tiene una gran lucidez, misma que le permite seguir diciéndonos que hacer -jeje- y se mueve con agilidad.
Afortunadamente el mito de que las neuronas no se regeneran ha sido desechado y es posible llegar a viejo con la mente en forma, claro que para ello hay que hacer actividades con regularidad que nos permitan seguir creándolas.
Hace algún tiempo descubrí que si dibujaba símbolos mientras atendía una clase, me concentrada más, siempre trazaba las mismas líneas… hasta hace poco se me ocurrió buscar en Internet diseños de grecas, al experimentar con ellas puedo sentir como mis neuronas están haciendo conexión, o eso me imagino, ya que me descubro pensando cual es el trazo que sigue. También estoy practicando símbolos nuevos de la geometría sagrada, encontrando la forma correcta para que salga la figura.
Tomando la recomendación de mi taller literario he regresado al hábito de la lectura y cada día juego algunas partidas de letris, en el que el reto es formar palabras con las letras que van apareciendo. Y seguiré bebiendo vino, solo porque el neurocientífico Gordon Shepherd ha confirmado que la neuroenología ejercita más áreas de la materia gris que resolver algunos problemas matemáticos.
Sigo experimentando con cosas nuevas para encontrar nuevas pasiones y seguir ejercitando la mente, estoy muy emocionada de que esta semana tomaré mi primer taller de caligrafía en Dilo Bonito Caligrafía, llevaré algunas nueces para alimentar mi cerebro, que seguro trabajará a mil por hora, y con suerte, crearé alguna neurona.
Estas son algunas de las decisiones que estoy tomando en estos días para mantener mis neuronas trabajando y crear más, para que mi cerebro funcione con la misma lucidez que el de mi madre cuando llegue a esa edad, como te conté en este post, el asunto es que yo decida cómo quiero envejecer. Esto solo en el ámbito mental sin olvidar el cuerpo, emociones y espíritu, por aquello de envejecer completa.
¿Y si ejercitas tu mente?
¿Y si…sí?
Hoy celebro el segundo año del blog y 111 post, gracias por seguir acompañándome en esta aventura llamada vida.
"5 bloqueos que no te permiten reinventarte profesionalmente cuando estás por llegar a los 50"
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ADRIX, tus posts me gustan (entre otras cosas) por la gentileza de la narrativa. La enseñanza desde lo cotidiano vuelve el aprendizaje cercano. Me encanta que la pregunta siempre sea afirmativa porque abre puertas. Atreverse a aprender cosas nuevas es difícil para algunas personas, así que felicidades y gracias.
Karen,
que gusto que encuentres empatía en el blog, muchas gracias por tus bellas palabras.
Abrazos,