Recién tuve mi primera entrevista de radio. De forma inesperada llegó la oportunidad de estar en lo micrófonos de MVS y a aun con mis dudas y miedos tome la oportunidad de participar. Yo estaba muy nerviosa y me preparé a conciencia, el día de la entrevista estaba ansiosa, muchas personas me dieron su apoyo, palabras de aliento y consejos sobre cómo transitar por la experiencia.
Todos fueron consejos muy valiosos y apreciados. Sin embargo, el más significativo vino de mi amigo Mat, quien me deseó éxito y me recomendó que lo disfrutara. Entrando a la emisora respiré profundamente y recordando sus palabras me dije: “daré lo mejor de mí y me divertiré, independientemente del resultado.”
La entrevista fluyó divinamente, en mucho porque Clementina es una mujer generosa que me hizo sentir como en casa y en otra parte sustancial porque yo estaba ahí para comunicar, pero también para divertirme.
Esta semana fui a tomar una clase de baile, tenía tiempo que no hacía eso. Mi amiga Euri me contagió su entusiasmo de cuando ella fue y decidí acompañarla. Iniciando la clase nos pusieron a calentar y en un instante se juntó un montón de gente tratando de seguir los pasos del profesor, lo que dificultaba verlo y seguirlo. Empecé muy entusiasmada, pero mientras más se complicaban los pasos yo menos los seguía y me empecé a desanimar, a tal grado que en un momento me senté.
Ya sentada viendo como otros lo intentaban recordé que también había asistido a la clase para divertirme y que mi sobre exigencia no lo estaba permitiendo, así que nuevamente me dije “daré lo mejor de mí y me divertiré, independientemente del resultado.”
Y a partir de ese momento la noche fluyó divinamente, aprendí unos nuevos pasos de baile, conocí a personas nuevas y me divertí mucho, tanto como para ya estar planeando repetir.
Estos dos eventos me recordaron las veces que estoy tan enfocada en la tarea, en asegurarme de que las cosas salgan bien, que olvido divertirme. Y si lo elevo aún más, también me pasa con la vida misma, estoy tan enfocada en salir adelante, en crecer, en construir un negocio, que olvido que si no es divertido, entonces me estoy perdiendo del disfrute de la vida misma.
¿Y si te diviertes?
¿Y si…sí?
"5 bloqueos que no te permiten reinventarte profesionalmente cuando estás por llegar a los 50"
Descarga el e-book
One thought