
El mundo va tan de prisa y hay tantas cosas que quieres y tienes que hacer que olvidas hacer un alto y dedicar tiempo para ti. Encima como se nos exige ir a un ritmo acelerado en el que siempre hay que estar haciendo hemos olvidado la importancia de tener tiempo para uno mismo.
No solo es eso. Sino que además en aras de que no ser egoísta cuando finalmente consigues ese tiempo para ti te agarra la culpa. Y para no lidiar con ella mejor te ocupas en sacar algunos de los tantos pendientes que tienes.
Cuando ese tiempo para ti es tan relevante que puede hacer la diferencia entre vivir e ir solo sobreviviendo. Diferencia entre pasar los días en la mecanicidad en donde el cuerpo anda por inercia a andar con el corazón experimentando.
Me había estado sintiendo muy orgullosa del ritmo de trabajo que he traído en las últimas semanas. Días tras día me ceñía a una apretada agenda y sacaba las tareas de la mentoría de negocios digitales que estoy cursando.
Todo marchaba de lo más bien hasta que me descubrí no sabiendo como lidiar con la frustración. Me sentí mal que por más vueltas que daba no lograba terminar de darle forma al curso que estoy preparado. La paradoja del asunto es que el curso es justo de esto.
A pesar de sentirme frustrada no me detuve y solo me dije —mañana lo saco— pero los días pasaban y yo seguía igual. Para mi buena fortuna por esos días me encontré con una charla en la que hablaban de emprendimiento digital con corazón.
Y ahí fue donde me di cuenta de que justo yo había estado trabajando tanto desde la mente que había olvidado incluir al corazón. Que dicho sea de paso es uno de los pilares de mi emprendimiento. Además de que estaba otra vez conectada con la prisa. Aquí te había contado de ello link.
¿Cómo es que no me di cuenta? Pues porque en las prisas y en el querer hacer me olvidé de tener tiempo para mí, para hacer un alto y conectar conmigo.
Ese tiempo cada una definirá cómo lo quiere utilizar. Incluso se vale usarlo para descansar, aunque el sentimiento de culpa intente sabotearte. Lo que sí es que abras el espacio para la reflexión, para estar contigo y escucharte.
A lo mejor lo usas para meditar, tomar café en silencio, colorear o hacerte la manicure. El asunto es relajar a la mente al grado de que puedas escuchar a tu corazón.
Es curioso porque seguro imaginas que hacer un alto es lo contrario a ser productiva y pues no.
La prisa, el andar siempre corriendo y no hacer un alto es como si no cargaras la pila del celular. Por más que tengas el mejor equipo, el más rápido, el que ejecuta montones de actividades al mismo tiempo, pero que si no tiene batería es como si no lo tuvieras. Es tan relevante que incluso hay algunos celulares que te van avisando que la batería está baja. Hasta los más sofisticados te indican que puedes ponerlo en ahorro de energía haciendo que algunas funciones se apaguen.
Me tomó tres intentos escribir este post. Escribí dos borradores que me llevaron mucho y que al terminarlos los sentí sin alma. Tras la entrevista que escuché me tomé tiempo para mí y la versión final fluyó rápido. De ahí la importancia de tener tiempo para uno mismo. Además de que la claridad te hace más productiva.
Igual contigo, requieres parar, hacer ese alto para recargar tu energía. Esa que se te va agotando y que conforme avanza el día te va haciendo que ante el cansancio le sigas en el piloto automático y hasta tomes malas decisiones.
Contrario a que creas que es un acto egoísta es también el mejor regalo que le puedes hacer a los que te rodean. Porque la verdad a nadie nos gusta estar con una persona que anda tan de prisa y estresado por todo lo que tiene que hacer. Así que tras ese tiempo que te das para ti resulta que te encuentras en un mejor lugar para convivir con los que te rodean.
La importancia de tener tiempo para uno mismo es que en ese espacio obtienes claridad, te conoces, te observas y de esa introspección puedes evaluar si lo que estás haciendo, si eso que repites día tras día, te está llevando a la vida que quieres vivir.
Claro que el reto es hacerse ese tiempo para ti. Porque no es cosa de tenerlo una vez cada año, mientras más frecuente mucha más oportunidad de andar en paz contigo, en conciencia y de que estás caminado en la dirección que quieres. Y antes de que te presiones sintiendo que es una tarea más que añadir a tu lista de pendientes te adelanto que la clave radica en dejar de hacer.
Parecería un acertijo, pero hacerte del tiempo requiere justo que pares para descubrir donde es que puedes incidir para contar con él y con la energía que requieres para vivir tu vida en conciencia y como tú la quieras vivir.
¿Y si te haces tiempo para ti?
¿Y si…sí?
"5 bloqueos que no te permiten reinventarte profesionalmente cuando estás por llegar a los 50"
Descarga el e-book