No me comparo

El pasado febrero la actriz Jennifer Aniston y yo cumplimos 50 años. Ella para festejarlo salió en la portada de la revista Harper Bazar en toples luciendo su espectacular figura. Todas las revistas alaban su cuerpo y su hermoso rostro sin signos de envejecimiento. Compararme con ella bajo esos estándares me hace lucir mal y hasta me deprime. Desconozco su historia, la verdadera, no la que los medios nos quieren vender, pero la mía, esa si la conozco a la perfección.

Compararme es un asunto truculento, basada en la información que tengo y bajo mi lupa puedo lucir menos o más favorecida. La verdad, siendo honestos casi todos nos comparamos con quienes van más aventajados en los indicadores en donde esta nuestro foco y que nos faltan.

Recién en un taller de Coaches, del que formo parte, una compañera estaba desempeñando las actividades a gran velocidad y obteniendo resultados. Cada vez que leía los mensajes del WhatsApp con sus adelantos, a mi me entraba una angustia y me sentía que estaba errando de profesión.

Bajo mi lupa, esa mujer con la misma información que yo tenia estaba haciendo milagros, eventualmente supe que ella era participante de otro programa en paralelo que sumando a este la colocaban en el lugar en el que estaba. Cuando lo supe me pude relajar un poco y continuar.

Ya con mas calma reconocí que estaba siendo injusta conmigo, porque al ver a otra dejé de verme a mi y me perdí. En un exhaustivo ejercicio de conciencia me detuve a preguntarme ¿qué quiero? y ¿dónde estoy? Eso me trajo al presente y a mi vida para retomar el camino.

La comparación puede ser buena para trazarte metas o seguir los pasos de alguien mas que logró algo que tu quieres alcanzar, pero en mi opinión requiere de mucha conciencia para no perderse. Y es que entre otras cosas mi camino de vida no tiene nada que ver con el Jennifer Aniston, ni con muchos mas, entonces ¿qué caso tiene compararme con personas tan ajenas a mí?, suena como una fuga de energía que no conduce a mucho. Ya lo dijo Oscar Wilde “Sé tú mismo, el resto de los papeles ya están cogidos”

Así que si voy a compararme va a ser conmigo misma, con la de 40 o 30 y determinar en donde tengo avances y donde toca hacer cambios.

¿Y si dejas de compararte?

¿Y si…sí?

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Author: Coach Adrix

Soy Coach Adrix, te acompaño a conectar con tu segundo aire profesional,

2 thoughts

  1. Muy cierto todo lo que Adrix comenta. Sufrimos porque fincamos el éxito de acuerdo con lo que otros han logrado, o por las ventas alcanzadas o por el reconocimiento de los demás. El éxito es hacer las cosas, disfrutatrlo y que en el camino tu corazón esté en paz.

  2. Pingback: Sólo yo –

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