“No sabía por dónde empezar, así que empecé por mi” hace como un año leí esta frase. Confieso que desde entonces ha rondado mi mente y que en diferentes ocasiones y contextos la he compartido en redes sociales, sin embargo, hasta hoy entendí el poder de la misma.
Y es que en estos tiempos tan movidos en el que alrededor de casi todo el mundo existe mucho movimiento (y creo que hasta sacudidas) de repente me encuentro con mucha atención en el afuera, súper pendiente de las noticias y preocupada por mi entorno, mi familia y mi trabajo.
Hoy más que nunca me gustaría que, en mi país, trabajo y hasta en casa las cosas anduvieran en calma, paz y certeza. Pero solo de pensarlo me genera más preocupación, me convierto en una consumidora voraz de noticias y en una de esas, hasta propagadora de información negativa y/o falsa.
¿Y qué puedo hacer? A lo mejor existen un montón de cosas que podría hacer por mi entorno, pero, si no empiezo por mí ¿qué clase de persona estaría allá afuera intentando contribuir? , ¿desde qué lugar? , ¿con qué ánimo?
Porque muchas veces queremos que allá afuera no haya violencia, pero nosotros seguimos burlándonos y riéndonos maliciosamente de otros. Queremos que no haya agresiones, pero nosotros seguimos agrediendo con el sarcasmo a nuestra propia familia y amigos. Queremos que los gobiernos no despilfarren el dinero, pero nosotros no sabemos ni administrar el nuestro. Queremos que las organizaciones ayuden a las personas, pero en nosotros ni siquiera existe compasión por los nuestros, menos por el prójimo.
Aún no sé de qué forma puedo contribuir globalmente, pero lo que sí puedo hacer es generar calma, paz y certeza en mí. Calma dejando de preocuparme y de consumir-propagar noticias con voracidad. Paz confiando en que lo que está pasando, está pasando. Certeza de que el cambio y el movimiento es constante, que, si se acaba, es que se acabó la vida.
Y aquí, desde el lugar en el que me encuentro, ejercer la compasión y seguir trabajando cada día por dar lo mejor de mí, que eso si está en mis manos ofrecerle al mundo, así, empezando por mí.
¿Y si empiezas por ti?
¿Y si…sí?
Si quieres empezar por ti la “Ruta al Gozo” es para ti, en ella podrás trabajar en estar en esta paz contigo y hacerla extensiva a otros, aplica para tu visa al Gozo aquí.
"5 bloqueos que no te permiten reinventarte profesionalmente cuando estás por llegar a los 50"
Descarga el e-book