
Cada año, a finales del mes de febrero se entregan los premios Oscar a lo mejor del Cine de los Estados Unidos de América. Desde adolescente yo me desvelaba para poder ver la ceremonia y ya de adulta incluso lo marcaba en mi calendario. Si alguien me invitaba ese día, yo me negaba ya que tenía esa cita previamente pactada.
Llegado el día, ropa cómoda y copa de tinto en mano, me sentaba a disfrutar el espectáculo. Aplaudía cuando mis favoritos ganaban y me molestaba cuando no ganaban, además era yo una experta. Previamente había visto todas las películas, sabía de las fichas cinematográficas, los chismes alrededor de las películas y de los artistas. Era mi día, de hecho me gustaba verlo sola, algunas veces tuve compañía, pero la verdad es que ese era mi momento, la televisión y yo.
En aquellos años ir al cine era mi pasatiempo favorito, veía todos los géneros de películas, hasta llegué a ver tres películas en un mismo día y hablo de los tiempos en que uno iba al cine, no en casa. Si en ese tiempo alguien me hubiera dicho que quizá en algún otro momento de mi vida eso ya no me interesaría, le hubiera dicho que estaba loco.
Este año apenas supe que fue la ceremonia de los Oscar, creo que solo había visto una o dos películas. Ahora rara vez voy al cine y cuando lo hago, selecciono películas que me harán pasar un rato agradable o que me permitirán aprender algo.
¿Qué paso? Nada, simplemente mis gustos e intereses han cambiado, esto sucedió de forma paulatina y recién cuando me di cuenta empecé a pensar en ello. Actualmente el tiempo libre que tengo lo destino a otras actividades como escribir, colorear o leer.
Y así como el cine… me quedo pensando, ¿en qué otras cosas he cambiado? (Y probablemente ni cuenta me he dado). Se me ocurrió que así como actualizo el sistema operativo de mí celular cada determinado tiempo sería muy práctico actualizar mi propio sistema, regularmente.
Ponerme atención, escucharme, redescubrir qué me gusta, con quien me gusta compartir mis momentos, qué ya no va conmigo, qué incluso ya no me gusta. Con ello actuar en congruencia con la mujer que ahora soy -por el momento- ya que como seres humanos el cambio es inevitable.
¿Y si actualizas tu versión de ti?
¿Y si…sí?
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