Más vale tarde que más tarde

Más vale tarde que mas tarde

Conforme vamos madurando y acumulamos experiencia en un área, de trabajo o personal, más complicado se nos hace dar un giro en otra dirección. La idea del tiempo es la razón más común por la que no nos animamos a hacerlo, sin darnos cuenta de que más vale tarde que más tarde.

Cuando supe que una de mis mejores amigas estaba por empezar la carrera de psicología me sorprendí un poco. Y no tanto porque lo estuviera haciendo a los 48 años o por el cambio que estaba emprendiendo sino por el valor de dar ese giro en cosa de meses.

Ella no solo había decidido reinventarse, sino que lo estaba haciendo con rapidez. Contrario a mí que me tomó más de 5 años dar el salto de Contadora a Coach de vida y de empleada a emprendedora. Aquí te conté de mi proceso.

Eso sí, sin importar el tiempo que nos ha llevado, para ninguna de las dos fue cosa sencilla. Tenemos un montón de ideas con las que crecimos y contra las cuales hemos tenido que batallar para lograr dar los pasos necesarios.

Mi generación fue educada con la idea de que una vez que decidieras una carrera te ibas a quedar en ella por el resto de tu vida. Es lo que nuestros padres hicieron. Incluso a ellos se les inculcó que debían permanecer en el mismo trabajo hasta que se jubilaran.

Hoy las nuevas generaciones están creciendo con otra mentalidad. Pero nosotros, los cuarentones, cincuentones y sesentones estamos luchando entre esas ideas arraigadas y los anhelos de nuestra alma.  Estamos descubriendo que más vale tarde que más tarde.

Por fortuna la concepción de vejez también está cambiando. Desde que recuerdo mi abuelita siempre fue viejita. Ella se comportó como se esperaba que lo hiciera una mujer de más de 60 en aquellos tiempos. Hoy es común ver a personas de esa edad que continúan ejerciendo su profesión o dedicándose a lo que les gusta y que nunca se habían atrevido a experimentar.

Ese era uno de los argumentos que concluía con mi amiga cuando conversábamos de su decisión. Empezar una nueva profesión a los 50 cuando la esperanza de vida es de 70 indica que tendremos unos 20 años para dedicarnos a ella.

En mi practica como Coach cada vez llegan más personas con esta inquietud. Desde los que detestan su trabajo y la profesión que decidieron a sus veinte años hasta los que les sigue gustando lo que hacen, pero ya no les llena igual. Que ese disfrute que los llevó a consolidar su carrera hoy ya no está presente.

Hace sentido. La idea que nos vendieron de dedicarnos a una sola actividad o profesión no era cierta. Somos seres talentosos para muchas cosas, ceñirnos a una sola nos está limitando e impidiendo que nuestro potencial florezca.

Sé que dar ese giro puede resultar aterrador. Más cuando hemos alcanzado cierto éxito. En el camino habrá que soltar algunas cosas, habrá incomodidad y muchas dudas. Sin embargo, para esa vocación del corazón y para cambiar la forma en la que hasta hoy te has presentado al mundo más vale tarde que más tarde.

¿Y si te atreves?

¿Y si…sí?

Author: Coach Adrix

Soy Coach Adrix, te acompaño a reinventarte profesionalmente y conectar con tu segundo aire profesional.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.