
El año pasado viajé a Colombia en compañía de mi amiga Clau, también del club de las viajeras. En esta ocasión no nos acompañó nuestra tercera mosquetera: Adri con quien hemos realizado montones de viajes. Entre las tres nos organizamos muy bien, disfrutamos viajar juntas y en cada travesía cada una pone al servicio del grupo sus fortalezas y habilidades.
Mi tocaya tiene un don de gente enorme que hace que conozcamos a muchas personas interesantes y hagamos amigos a donde vayamos, además de obtener las mejores recomendaciones de los lugares que visitamos. Clau es súper hábil con los mapas, orientada, y resuelve rápido, ella a cargo nos lleva a cualquier lugar por la mejor ruta además de que sin pena le pregunta a cualquier persona cuando no estamos seguras de donde andamos. Yo con mi estructura organizo muy bien nuestros tiempos lo que nos permite, conocer, comprar y hasta tomar el café en breves lapsos para sacarle provecho al lugar que estamos visitando, además de identificar los mejores lugares para comer.
Nos conocemos bastante bien y sabemos quién de las tres es la indicada para estar a cargo de determinada actividad, en cada viaje que hemos hecho sin dudas ni cuestionamientos confiamos en las otras y nos permitimos dejarnos guiar.
Confieso que las tres somos un poco, por decir lo menos, controladoras, sin embargo, en esos momentos soltamos y dejamos que alguien más esté a cargo. A diferencia de cuando viajo sola es un descanso compartir responsabilidades, lo que además se traduce en más de espacio para el disfrute y el relajamiento.
Para personas como yo, a las que le cuesta trabajo renunciar al “yo todo lo hago” y “yo estoy a cargo” el viajar acompañada me ha regalado confianza en otros. Claro que esto no viene en automático, es un ejercicio que ha requerido de trabajo personal, tomar la decisión y ponerlo en práctica, ya les había contado que yo era una “Compañera de viaje infernal” y que en este camino recorrido he encontrado que sola llego rápido, pero acompañada llego más lejos.
¿Y si confías en otros?
¿Y si…sí?
Como siempre por medio de tu honesta experiencia, nos acompañas al mejor de los caminos , la vida en el disfrute
Gracias por comentar Adri y por el acompañamiento, abrazos!