En febrero de este año viajé al territorio del Yukón en Canadá para ver las Auroras Boreales, estas se producen cuando ciertas partículas que emite el sol chocan con la tierra generando un efecto como de fuegos artificiales (mi definición es simple, para la científica aquí).
Mi interés en este viaje nació de una conversación con un buen amigo quien anduvo por allá el año anterior y me compartió una reseña muy detallada, su forma de describirme cómo habían pasado varios días esperando a verlas (como fenómeno del cosmos no es predecible) y cómo el día que finalmente las vieron literalmente se había quedado sin habla, me impresionó tanto su relato que decidí ir a verlas.
Ya estando en Whitehorse me tocó aclimatarme a una temperatura de menos veinte grados centígrados, una chilanga como yo nunca había estado expuesta a esas temperaturas ni tampoco había usado un traje de nieve, de esos tan gruesos que sientes que si te caes vas a rebotar en los 20 centímetros promedio de nieve que hay en esos meses por allá.
Y como las Auroras se aprecian mejor de noche, a las 10 pm pasaron por nosotros para llevarnos a un campamento en medio de la nada, rodeado de bosque con lobos. En realidad no era tan inhóspito, ya que había un par de cabañas con chimeneas, chocolate caliente, galletas de maple, un tipi con fogata para asar bombones y si además llevas tu botella de vino, el ambiente es muy acogedor.
Cuando llegamos al campamento el cielo lucía como en cualquier parte del mundo, así que entramos a la cabaña a esperar la magia del universo, después de un rato empezamos a escuchar afuera algunos gritos y salimos corriendo, las Auroras habían hecho su aparición, algunas personas gritaban, el flash de muchas cámaras se veía sin cesar, algunos incluso lloraban y decían que era la mejor experiencia de su vida, yo miraba las Auroras y decía -ah- están lindas, pero no son la gran cosa. El amigo con el que viajaba me decía, mira Adrix que maravilla y yo decía -ah-.
De regreso en la oscuridad de la carretera me cuestionaba mi indiferencia, cómo era que todos hablaran de la belleza de las Auroras y yo no las percibía así, y entonces descubrí que mi expectativa era muy grande, en mi mente había más colores, más movimiento, hasta música, en mi mente lucían mucho más majestuosas que lo que acaba de ver y recordé esa frase de William Shakespeare “La expectativa es la raíz de todos los dolores” comparado con mis expectativas lo que acaba de ver no lo cumplía.
A la noche siguiente regresé al campamento sin expectativas, abierta a ver lo que el universo quisiera ofrecerme y entonces, las Auroras Boreales me regalaron el espectáculo más bonito que mis ojos han visto, era tanta mi emoción que todo mi cuerpo se estremeció hasta derramar algunas lágrimas, los colores, el movimiento, hasta música de fondo, sí, la del aullido de los lobos era indescriptible, esa ha sido una de las mejores experiencias de mi vida, una que estuve a punto de perderme por las expectativas.
¿Y si sueltas tus expectativas?
¿Y si…sí?

Es que son un espectáculo que no está diseñado para todos! Que excelente experiencia
De las mejores experiencias de vida, gracias por pasar a comentar y por contarme tu experiencia que me motivó a ir, abrazos!
Jamas me.canso de conocer lo maravillosa que eres
Najarito, gracias por leer el blog y pasar a comentar, gracias miles por tus hermosas palabras!
De las mejores experiencias de la vida, cierto Adri?
Leo este texto y revivo ese momento en el que tuve la oportunidad de verlas, y si, los ojos se vuelven a humedecer, y no, no es tierrita que entró, es la emoción de haber estado ahí, de haber visto esta magia en el cielo, que parece tan cercana, tanto que quieres tocarlas, pero es suficiente con ese lindo y armonioso baile que te regalan, es sin duda uno de los más bellos espectáculos de la naturaleza.
Gracias por recordarmelo Adri
Luis, coincido es de las mejores experiencias de vida y recordarlo también me emociona, gracias a ti por leer y pasar a comentar, te mando abrazos!
Leo y vuelvo a vivirlo, vuelvo a ver tu cara disimulando la decepción mientras te decía de lo maravilloso que se veía… leo y vuelvo a vivir el momento en que interrumpimos la meditación para ir afuera con los lobos, la dama en el cielo y los colores… ese momento en donde todos nos estremecimos y comprendimos la belleza del Todo… gracias, gracias, gracias por permitirme volver a vivirlo, sin expectativas, con certezas, viviendo el momento.
May querido, alegría total de vivir esta experiencia a tu lado, gracias a ti por leer y pasar a comentar y si, momento presente sin expectativas, abrazos!
¡Y como no perdiste esperanzas, volviste!
Hope v. Expectations, great lesson.
Coincido, soltar expectativas mas mantener la esperanza, las expectativas nos hacen daño y las esperanzas nos permiten seguir adelante, gracias por leer y pasar a comentar, abrazos¡
Quiero ir Adri!! aquí estoy haciendo presupuesto y echando números. Ver la aurora boreal es un sueño para mi.
Gracias por compartir tu experiencia.
Un abrazo 🙂
Gracias Cris, estaría padrisimo que fueras es una experiencia muy bonita, gracias por pasar a comentar, abrazos.