No soy rara, soy diferente

Me encanta pasar el sábado en la noche en casa, en pijama, viendo televisión. Disfruto mucho ir al cine sola un miércoles por la mañana sin nadie que haga ruido o comente la película. Me gusta mucho salir sola a comer a un restaurante lindo, hoy puedo compartirlo abiertamente, pero años ser introvertida me torturó y persiguió.

Desde pequeña descubrí que los niños platicones y amigueros eran mejor vistos que los que nos quedamos callados, popularidad le llaman. Por años el chiste preferido de mi familia era la prima que hablaba poco. A mis dieciocho invité a dos amigos a mi fiesta de cumpleaños junto con mis primos, ambos, sociables y hacedores de relaciones se rieron de mí por solo contar con ellos dos.

Cuando me programaron una cirugía, hace quince años, llamé a todas las personas cercanas para que me visitaran en el hospital en un intento absurdo de competir con mi hermana la extrovertida, agradecí cada visita, pero lo que yo necesitaba era estar sola para procesar lo que me estaba pasando.

Darme cuenta de que no soy rara, soy diferente me ayudo a reconciliarme con esa parte de mí y abrazarla sin sentirme culpable o mal por no hacer cosas que no van conmigo. Nunca me gustó ir de antro (discotecas en mis tiempos je) tanto ruido y personas producen un efecto negativo en mí. Soy de pocas amistades, pero profundas con quienes puedo platicar lo mismo de memes que de mi futuro o emociones. Amo el silencio y compartirlo con alguien es para mí una muestra de una relación fuerte.

Me reconozco como introvertida. Algunos se ríen cuando se los digo, pero en el fondo me agobian las multitudes, empezar conversaciones con desconocidos y hablar de mí (por eso el blog je). Puedo hacerlo, pero termino agotada y necesito correr a mi casa a cargar pila y estar conmigo. Ahora también sé que soy un empath y que está bien ser como soy, el gozo de ser yo le llamo.

Por alguna extraña razón el mundo está enfocado en criticar las diferencias en lugar de celebrarlas, también en establecer que está bien y descalificar a los que no entran en esos estándares. Yo no encajo en algunos de ellos y me ha llevado muchos años reconciliarme conmigo, es complicado crecer en un ambiente en que sientes que no encajas y que tienes que cambiar para pertenecer.

A lo mejor y si empezamos por aceptar que somos diferentes y únicos, a lo mejor… estaremos sembrando la semilla de la paz mundial.

¿Y si aceptas las diferencias?

¿Y si…sí?

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Author: Coach Adrix

Soy Coach Adrix, te acompaño a conectar con tu segundo aire profesional,

3 thoughts

  1. Un mundo que respeta la diversidad es un mundo que crece más… y mejor. Durante año el miedo al rechazo, por mi orientación sexual, me hizo querer borrar muchas cosas de mí… luego de mucho tiempo (dolor incluido) ha sido hermoso descubrir que como soy: me quieren, y mejor aún que como soy: me quiero.

    Por un mundo que no tengas esquemas preconcebidos de Ser, que simplemente los disfrute y que quepamos en la vida de quienes quieren que estemos, y que fluyamos en la vida de todos aquellos de forma plena, respetando y más allá: agradeciendo la diversidad. Son mis deseos, esos que se han despertado con tu reflexión, que la hago mía.

  2. Pingback: ¿Me escuchas? –

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