
Este es el mejor gobierno que hemos tenido, es justo lo que necesitamos. No, este es el peor gobierno que tenemos, vamos es retroceso. Todos tenemos una opinión y al parecer, la nuestra es la buena, la única que vale sobre todas las demás.
¿A qué se deberá la maldita costumbre de opinar de todo?
Siempre hemos tenido opiniones, pero ahora con las redes sociales estas se amplifican y las discusiones se intensifican, parece que tras el anonimato o la barrera de la distancia virtual nos estamos atreviendo a decir lo que pensamos, sin filtro y sin medir el impacto de nuestras palabras.
Además, por una extraña razón nos creemos expertos en todos los temas, y hablamos de ellos con una ligereza que asusta, igual sabemos del cambio climático, que de las marchas de mujeres o de la migración. En cuestión de segundos reaccionamos a una noticia emitiendo nuestras opiniones sin un análisis previo.
Estamos cruzando límites inimaginables, juzgando a otros basando en nuestros propios filtros, ¿qué autoridad nos conferimos para ello, sin ponernos en los zapatos de las otras personas o haber experimentado sus circunstancias?
Si nuestra opinión cambia al mundo… sigamos opinando, pero si al paso del tiempo vemos que de solo plasmarlo en una red social no pasa nada habrá que pensar de que otra forma podemos contribuir a un mejor lugar para vivir.
Creo que compartir lo que yo pienso y enfrascarme en disputas con otros para defender mi punto de vista solo crece la discusión, el desacuerdo rara vez llega a algo positivo y no suma a la paz del mundo, sí, la paz empieza por uno y en casa, si nos quejamos porque el mundo está muy violento, ¿qué tal si empezamos por revisar como nosotros estamos contribuyendo a ello? Aquí les conté de mí.
No me malinterpretes, creo que formarnos una opinión sobre un tema es importante, pero basada en información, haciendo un análisis, expresándola con empatía y humildad para escuchar otras voces distintas a las nuestras.
La opinión sin sentido, sin conocimiento de causa no suma. Por eso si no tiene nada valioso que decir no lo venga a decir aquí. No devaluemos nuestro derecho a opinar expresando cosas sin ton ni son, eso solo contribuye a que no nos tomen en serio los que están a cargo, ejerzamos nuestro derecho con responsabilidad y conciencia.
¿Y si meditas tus opiniones antes de expresarlas?
¿Y si…sí?
Totalmente de acuerdo en esto.
Gracias por comentar!