
Pasé muchos años buscando algo afuera que me resolviera la vida o me hiciera sentir bien conmigo. Recorrí muchos países para descubrir que las respuestas estaban en el viaje interior.
Parada en la mitad del mundo en el Ecuador latitud 0. Con un pie en el hemisferio sur y otro en el hemisferio norte me sentí en mi centro y a gusto conmigo. De alguna forma la gravedad del lugar me ayudaba. Más siendo honesta conmigo reconocí que esa misma sensación la he tenido en otros momentos de mi vida.
Durante años me pase buscando algo que me hiciera sentir bien conmigo. Algún tiempo esa búsqueda tuvo forma de alcanzar mi peso ideal. Años pensé que al estar delgada me aceptaría y querría. Atentando contra mi propia salud hice dietas muy locas y tomé pastillas a las que les pedía que me quitarán los kilos y así, “por arte de magia” me gustara ser yo. Todo ese tiempo la báscula dicto el estado de mi relación conmigo. El estar bien conmigo dependía de perder kilos, los cuales cuando recuperaba me regresaban a la pelea conmigo.
No solo busqué ahí. También algún tiempo escapé en un avión. Viajé con la intención de encontrar libertad y paz interior. En la mayoría de esos viajes las encontraba, pero al regresar el golpe de realidad era tan fuerte que de vuelta me seguía sintiendo fuera de mi centro.
El volcarme en mi profesión y ser perfeccionista fue otra manera de buscarlo. Si lograba que mi trabajo y el de otros se hiciera bien, con suerte me reconocerían y eso me hará feliz. Pocas veces pasó y muchas menos me sentí bien conmigo.
Después de mucho camino recorrido buscando en el afuera descubrí que esa sensación de estar bien conmigo y de sentirme en mi centro solo la puedo obtener de mí misma. Hace sentido, nada allá afuera puede proveerme de algo que yo no tengo. Existen montones de libros que hablan de ello. Pero solo cuando realmente lo experimenté fue cuando lo aprehendí (o como decimos en México me cayó el veinte).
En el centro del mundo pude reconocer que ese centro y paz es lo que he estado trabajando la década mas reciente de mi vida. Vaya… ha sido mi viaje interior lo que me ha contactado con ello, por lo que ahora me siento a gusto conmigo. De hecho, cuando más caos veo en el mundo, a más noticias que hacen cuestionarme la forma actual en la que los humanos nos conducimos, en esos momentos justo es cuando más busco las respuestas dentro de mí y contacto mi centro.
Esta claro que las respuestas están adentro. No afuera, que el viaje de la vida es al interior de uno, el cual por cierto es mi viaje favorito.
Un dato curioso es que la ciudad mitad del mundo existen dos lugares que llaman el centro del mundo. Cuando se desarrolló la tecnología un gps determinó que el lugar exacto estaba a 200 metros del original, cuando lo escuche pensé, da igual, tu centro va contigo a cualquier latitud.
¿Y si buscas en tu interior?
¿Y si…sí?
Si estas listas para iniciar tu viaje interior yo puedo ayudarte, puedes iniciar con este taller de fin de semana o si ya cuentas con algo de claridad el proceso de Coaching conmigo durante cinco meses te llevará a consolidar el Gozo de ser tú, escríbeme.
Acabo de publicar la más reciente entrevista de #50enlos50tas , en una interesante charla Mónica nos contó que su miedo más grande a esta edad es a no ser ella, uff que fuerte y poderosa declaración…
"5 bloqueos que no te permiten reinventarte profesionalmente cuando estás por llegar a los 50"
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