
Viajar fue una de las formas que encontré para escapar de mis rutinas. Muchas veces al sentirme atrapada por ellas me apresuré a comprar un vuelo y lanzarme a la aventura. Así llegué a la India y al Tíbet aquí te conté de ello link. Lo curioso fue que en casi todos los viajes, sin importar la distancia o duración, en poco tiempo me armé una práctica que me resultara familiar dentro del movimiento propio de la travesía. Ya sabes … aplica eso de que uno es como todo en la vida je. Sí, continuamente busco la certeza de la rutina.
En estos tiempos tras algunos días de caos en los que mi mente y emociones estaban procesando la situación me organicé una nueva rutina. Cada día me levanto a la misma hora de antes de estar en “retiro voluntario”, continúo meditando, hago ejercicio, me baño, tiendo mi cama y me arreglo como si fuera a salir para alrededor de las nueve de la mañana sentarme a trabajar. En especial me tomo mi tiempo para poner la mesa, prepararme algo rico y comer en presencia de mí. Además todos los días hablo con mi familia y amigos para mantener la conexión
Siempre pensé que ser una persona rutinaria era una desventaja.
Que eso me hacia una persona aburrida, pero ahora aprecio la certeza de la rutina que me provoca mucha paz en estos días de futuros inciertos. Al saber qué actividad me sigue, de trabajo o de casa, de cuando tengo tiempo libre y de que ya es hora de ir a la cama le provee a mi mente la sensación de control suficiente para quedarme tranquila.
En algún tiempo de mi vida me clavé tanto en obtener los resultados que se esperaban de mí que me hundí en rutinas para alcanzarlos. En ello me olvidé de disfrutar el proceso y hasta de los resultados. Por fortuna en el camino comprendí que a esta vida no venimos a sufrir y que el placer y la diversión son fundamentales para tener una vida de gozo.
Las circunstancias actuales me han obligado a hacer una pausa en la forma en que vivía más NO de mi vida. Esta sigue, de forma distinta pero continua, por lo que en mi rutina he incluido actividades de disfrute y celebración. Colorear mándalas, armar rompecabezas, hacerme tratamientos de belleza caseros, tener reuniones virtuales con vino, café o cenas y hasta bailar. Estas son algunas de estas actividades que he programado para cuando terminan mis tiempos de trabajo o en fines de semana para recordarme que son días de descanso.
La diversión le permite a mi mente desconectarse de esa rutina que puede ser tediosa o monótona. Por ello incorporo actividades que me reten a pensar y crear por otro lado el placer me conecta con mis sensaciones corporales y con mi cuerpo que es un lugar seguro.
Sigo trabajando y construyendo para el futuro. Tengo la certeza de que esto también pasará y como dice mi hermana San: ya falta menos que antes. Mientras tanto me sigo agarrando de la certeza de la rutina.
¿Y si creas una nueva rutina?
¿Y si…sí?
Si quieres conversa conmigo sobre cómo te sientes o cómo vas pasando esta situación escríbeme a adrix@coachadrix.com.
Los miércoles estoy platicando en vivo del post de la semana, te comparto el pasado.
"5 bloqueos que no te permiten reinventarte profesionalmente cuando estás por llegar a los 50"
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