Tembló y tembló muy fuerte en México, la sacudida fue tan enérgica que a todos nos dejó movidos: física y emocionalmente.
Para algunos su mundo entero colapsó, se quedaron sin nada material o, más fuerte aún, perdieron a seres queridos. Esos que perdieron mucho están en nuestras mentes y oraciones todo el tiempo, nos hemos volcado en ellos, hemos salido a llevarles alimentos, ropa, juguetes, hasta les hemos ofrecido nuestras casas; Algunos otros incluso han dejado de lado su vida para entregarse de tiempo completo a las labores de rescate. Para ellos todo mi respeto y agradecimiento.
¿Y ante tanto dolor y tragedia, qué hago con mis emociones atoradas? A mí, que mi mundo también se sacudió, a mí, que el temblor me asustó tan terriblemente que algunas noches no logro conciliar el sueño completamente, que ante cualquier ruido me paralizo, escucho atentamente y agradezco que no sea la alarma sísmica. Yo también estoy afectada pero ante las circunstancias nacionales me avergüenza expresarlo y hasta reconocerlo.
Definitivamente no soy la única, a mi alrededor muchos como yo estamos con estas emociones atoradas y con pena de expresarlas. Ante las condiciones queremos enfocarnos en pensar que no pasó nada y en el para qué de esta experiencia, pero no quiero pasar al futuro sin haber procesado el presente.
Y aquí estoy, expresando este susto, este miedo; mis lágrimas fluyen reconociendo que a mí también me tembló, que por momentos aún tengo temor de que la tierra vuelva a expresarse y no, no es egoísmo, es solo permitirme ser y ser consecuente con que solo yo, estando bien, puedo ofrecer lo mejor de mí al mundo.
¿Y si reconoces tus emociones?
¿Y si …sí?
Eso es lo que me pasa, tengo la emoción atorada, gracias por hacérmelo saber y reconocer. un abrazo
Gracias por compartirlo y reconocerlo, abrazos!
No he tenido de otra que recurrir a un constante ejercicio de sacar la cabeza del pensamiento negativo… o si me entra lo negativo, el miedo, la tristeza, rápidamente me doy permiso a estar de luto. De luto por todo lo que hemos visto, por el dolor de personas desconocidas, aún más por las conocidas… en fin… gracias a Dios que el trabajo nos ocupa la mente… gracias por compartir!
Gracias Eri, también ayuda pensar y enfocarte en lo que si hay, como colaboración, compasión, entrega y actuar en consecuencia, gracias por compartir, abrazos!