Amo el silencio interior que se produce al sumergirme en el agua. Aún rodeada de…
De haber caminado sola del Bosque de Chapultepec a la Basílica de Guadalupe el sábado…
La rutina diaria de mi madre, desde hace muchos años, incluye leer el periódico, hacer…
Contaba con cuatros años cuando nos montamos cinco adultos y cinco niñas en el recién…
Ciento ocho líneas de energía forman el chakra del corazón. Ciento ocho cuentas tiene el…
Hay días en los que temo envejecer, es una preocupación un tanto ilógica ya que…
Hace seis meses que no me tiño el cabello. No recuerdo cuando fue la primera…
Vivir en un cuerpo grande en una sociedad donde la flacura es sinónima de éxito,…
El pasado febrero la actriz Jennifer Aniston y yo cumplimos 50 años. Ella para festejarlo…
Me miré de frente en el espejo pensando que la blusa que me estaba probando…
Cuando tengo ganas de llorar mi primer impulso es reprimirlas. La primera vez que jugué…
Sin confundirme hablo de una sensación pasajera, cuando el sin ganas es una constante en la vida es momento de ver a un profesional y evaluar una posible depresión. Yo hablo aquí de esos días en los que mi cuerpo me pide una tregua para fluir, para procesar el cúmulo de emociones que traigo atoradas en este periodo de mi vida y que no me había permitido sentir.
Parada en la mitad del mundo en el Ecuador latitud 0, con un pie en el hemisferio sur y otro en el hemisferio norte me sentí en mi centro y a gusto conmigo, de alguna forma la gravedad del lugar me ayudaba , pero siendo honesta conmigo reconocí que esa misma sensación la he tenido en otros momentos de mi vida.
Al ver las imágenes de la aguja y el techo caer pensaba que a veces las estructuras, incluso las mas antiguas, bellas y fuertes colapsan. Según los reportes iniciales la parte medular de la construcción se mantuvo y habrá posibilidad de reconstruirla.
La primera vez que viajé sola estaba tan asustada que esa noche al cerrar la puerta de la habitación me asusté muchísimo de ver a una persona en mi habitación, mi grito inicial se convirtió en risa nerviosa cuando descubrí que a quien había visto era a mí… reflejada en el espejo.
odavía hay momentos en las que me da pena comer sola. A pesar de que desde el año pasado me anime a compartir mi proyecto del #gozodetableforone para inspirar a otras personas a pasar tiempo con ellas, hay ocasiones en las que mi diálogo interno me traiciona.
Sí, mis amigos y familia me quieren, así como soy con virtudes y defectos (sonó como canción je).